Recomiendo las manualidades porque no son solo entretenimiento para los niños, sino que también aportan muchos beneficios a nivel psicológico, como relajación, mejorarla psicomoticidad, etc. convirtiéndose así en una magnífica terapia infantil al alcance de todos.
Imagine que su hijo termina de comer y va al baño a lavarse los dientes sin que le digas nada. Fantástico, ¿no? Pues ese es el poder que tiene la rutina.
Con el ritmo de vida que llevamos, las prisas en nuestro día a día, es complicado ver el exceso de estímulos y la falta de tiempo a la que están sometidos nuestros hijos. Os propongo cómo evitar la sobre-estimulación, volviendo a lo más simple.