El sólo hecho de tocar del tema de la comida hace que los padres se pongan tensos o lancen un suspiro. Y es que, para algunos adultos cuyos hijos no comen demasiado, o no lo hacen como ellos quisieran, hablar de la comida es un tema cuanto menos, delicado. Aquí, algunas recomendaciones para estos padres.
Seguro que más de una vez hemos pronunciado esa frase de “no puedo con su mal humor” o nos hemos preguntado a qué vienen todas esas malas contestaciones de nuestro hijo o hija. ¿Por qué esa rebeldía hacia nosotros sus padres? ¿Acaso le hablamos nosotros así? Si estas preguntas rondan por tu cabeza más a menudo de lo que te gustaría quizás sea el momento de dejar de preguntártelo a ti mismo y buscar respuestas.