Muchos tenemos montado el cole en casa durante este confinamiento. Los padres nos hemos convertido en profesores de nuestros hijos repentina e improvisadamente. Con mayor o menos vocación pedagógica, estamos asumiendo ese rol de una manera tan amplia que desborda al más pintado. Pero, ¿qué estamos aprendiendo de este confinamiento?
Recomiendo las manualidades porque no son solo entretenimiento para los niños, sino que también aportan muchos beneficios a nivel psicológico, como relajación, mejorarla psicomoticidad, etc. convirtiéndose así en una magnífica terapia infantil al alcance de todos.
Cada vez es más frecuente ver a niños pequeños jugando con el móvil de mamá o papá mientras los padres hacen esta o aquella tarea. Lo importante es lo que se están perdiendo los niños por estar delante de la una pantalla. Y es que el móvil no es un juguete.
Cuesta aceptarlo, y mucho más cuesta reconocer en público que en casa tenemos un pequeño tirano. Nuestro niño, que hace nada era un bebé adorable se ha convertido en otra persona. Alguien con quien no sólo cuesta convivir, sino que nos hace sentir que hemos fracasado como padres.