Los padres de ahora no somos como los de antes. Estamos más dedicados quizás a nuestros hijos, pero no sabemos cómo ejercer autoridad sobre ellos. Aquí damos algunas claves para poner en práctica a la hora de restablecer la autoridad sobre nuestros hijos. Siempre basándonos en el respeto y el cariño hacia ellos.
Cuesta aceptarlo, y mucho más cuesta reconocer en público que en casa tenemos un pequeño tirano. Nuestro niño, que hace nada era un bebé adorable se ha convertido en otra persona. Alguien con quien no sólo cuesta convivir, sino que nos hace sentir que hemos fracasado como padres.
Siempre que hablamos de poner límites o normas a los niños salen a la luz muchas de las preocupaciones e inseguridades más frecuentes en los padres. Y es que estamos muy empeñados en la obediencia, en que nuestros hijos tienen que ser buenos, portarse bien, obedecer a sus padres, cumplir las reglas, etc.
Lo que inquieta a los padres no son sólo los problemas que pueden derivarse de una mala alimentación como problemas de sobrepeso, obesidad, etc., sino además problemas derivados de ésto, por ejemplo, problemas de ansiedad, de aceptación social, de autoestima, etc.